Publicado el por en Bogotá, Tendencias.

Imagen de la nube, captada esta mañana por un habitante del municipio.

La densa nube de humor resultado del masivo consumo de cannabis en el Parque Simón Bolívar el pasado puente festivo con motivo del festival gratuito de rock, Rock al parque, llegó el pasado jueves al municipio cundinamarqués de Choachí, alterando su habitual tranquilidad.

«Acá sí sentimos como un olor dulzón, creímos que era por algún fumigante o fertilizante de los cultivos de la zona rural, pero nada que se iba», comenta el personero, Henry Vallejo. «Fue un hijo mío, el mayor, que ahora quiere entrar a estudiar dizque literatura el que me dijo que eso era olor a marihuana. Cuando le pregunté que por qué sabía me dijo que había buscado en la wikipedia. Porque eso sí, él será perezoso, medio amanerado, fanático de Arjona, pero marihuanero no, por mi Dios bendito».

El caso es que rápidamente corrió el rumor del origen del aroma, versión que tomó más fuerza cuando Alcides Pardo, dueño de la principal panadería, confirmó que sus ventas se habían disparado inexplicablemente la mañana del viernes. «Acá entraba gente pero hambreada, ¿oiga? Por ponerle un ejemplo, la misiá Doris que normalmente lleva 2.000 de pan esta vez pidió fue 10.000. El arequipe se agotó a las 7:00, me tocó mandar traer remesa de Bogotá». Preocupado se mostró también el cura párroco al dar cuenta de una insoportable ola «de murmullos y risitas sin razón y bastante irrespetuosas» entre las señoras que suelen concurrir a misa de siete de la mañana.

Otro indicio lo aportó el Concejo Municipal. «Acá los doctores tenían agendado el debate del presupuesto para el 2016 pero terminaron, no me pregunte por qué, hablando que de un proyecto, venga le leo, ‘para el estímulo de la glándula pineal en aras de la apropiada y suficiente producción de la molécula dimeltriptamina que permita a la juventud chigüana estados superiores de conciencia’, estaban como chifloretos, para serle franca», aseguró su secreteria, Edilma Contreras.

Pero el evento más llamativo no fue ese, ni que jóvenes televidentes aseguraran estar entendiendo a cabalidad qué quería decir el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en el discurso que en horas de la tarde emitió Canal Capital. Se trató del desembarco sorpresivo del exfutbolista Wílder Medina hoy en la mañana en la flota de las ocho proveniente de Bogotá. El motivo de su llegada nadie lo entiende, ni siquiera él, quien simplemente aseguró haberse sentido atraído por una fuerza sobrenatural «y pues hay que dejarse llevar, parcero», acotó.

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