Publicado el por en Judicial.

Se encuentra pendiente de aprobación del Senado una nueva ley que busca satisfacer algo que se pide a gritos desde hace tiempo en las redes sociales: castigar lo que no sea chistoso.

«Es cada vez más frecuente la indignación de la ciudadanía expresada con frases como ‘eso no me hace ninguna gracia’, que reflejan que quien la dice se ha sentido ofendido, pues de lo contrario se hubiera reído. Estos escenarios se presentan cuando una expresión toca fibras sensibles de los individuos y empeoran cuando resultan ser una mayoría», explicó el epistemólogo Epifanio Sampedro.

Otros lo expresan de una manera más simple: «A mí si quieren me pueden mentar la madre, pero que por lo menos tengan gracia», como comentó el albañil Carlos Guerrero.

Esta ley busca garantizar que los consumidores de información estén siempre felices y no reciban contenidos que les causen incomodidad. Algunos opositores opinan que se podría estar limitando la libertad de expresión.

Pero, ¿quién definiría lo que es o no chistoso? La ley contempla la creación de una comisión integrada por veteranos jurados de programas de humor y usuarios de la red social Twitter debidamente capacitados en bondad y corrección, quienes deben revisar cualquier mensaje que sea cuestionado.

Sampedro lo explica: «Por ejemplo, este artículo no tiene ninguna gracia. ¿Le parece chistoso? Al contrario, con seguridad terminará provocando a los lectores, que pensarán que está defendiendo el derecho a ofender. Es que hasta el título es pendejísimo. ¿Qué pasó, Actualidad Panamericana, si antes eran chéveres?», dijo mientras ponía fin a la entrevista.

Las sanciones podrán ir desde la publicación de una rectificación hasta el cierre del medio, si las expresiones de los ofendidos se mantienen más de 48 horas como trending topic.

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