«Suficiente tengo ya con los peleones que esta gente me arma a diario para que usted ahora se ponga a armarles camorra por twitter, preste a ver, le advertí». Con estas fuertes palabras el presidente, Juan Manuel Santos, habría procedido al decomiso del teléfono inteligente de su hijo Martín tras un nuevo rifirrafe de este con el ex presidente y ahora rival político de su padre, Álvaro Uribe Vélez.
Según pudimos establecer, tras el último enfrentamiento del delfín con Uribe este habría recibido una advertencia respecto de la sanción consistente en decomiso del aparato de la que sería objeto de persistir con su beligerancia en redes, advertencia que, como es evidente, no atendió. Así pues, en decisión tomada tras llegar a un consenso con la primera dama, Santos procedió a aplicarle a su primogénito el castigo anunciado que deberá prolongarse por tres días calendario.
El dispositivo, afirman conocedores, habría sido guardado en lo más alto del clóset de la primera dama en la alcoba matrimonial del apartamento presidencial en la Casa de Nariño. Contra la decisión, no obstante consultas del perjudicado con abogados, al parecer no proceden recursos.
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