Publicado el por en Innovación, Internacional.

La frase «como a los perros en misa», que se usa para referirse a alguien a quien le ha ido mal, podría llegar pronto a su fin por una sorpresiva decisión del Vaticano.

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos aprobó el pasado 22 de mayo una recomendación del papa Francisco, para que la que las iglesias del mundo que voluntariamente así lo elijan puedan abrir las puertas a las mascotas.

«El Santo Padre eligió su nombre por inspiración de San Francisco de Asís, que como es bien sabido tenía el don de la comunicación con los animales. Él mismo es un gran animalista y protege algunas mascotas en las Villas Pontificias de Castelgandolfo», explicó el cardenal Gabriel Soto.

Esta semana fue noticia también el anuncio de los cambios en la oración del Padrenuestro y del Gloria en algunos idiomas para que se ajusten a una mejor interpretación de la Biblia.

Para tomar esta decisión se recogieron comentarios de sacerdotes de todo el mundo, quienes coincidieron en su mayoría con que cada vez son más los feligreses que entran a las iglesias con mascotas, principalmente perros.

La decisión ha sido bien vista por los feligreses, con algunas excepciones. «Me parece magnífico, yo quiero a mi perrita Cuqui como a nadie en el mundo», comentó la señora Sandra Guzmán, quien visita la iglesia del 20 de julio todos los domingos. «Ya no me toca dejar a mi mascotica amarrada afuera y puedo pedir que me la bendigan también y darle el saludo de la paz. Ellos también son seres humanos [sic] y van al cielo», puntualizó.

Las iglesias que decidan adoptar esta novedad deberán cumplir con los reglamentos de cada ciudad respecto al ingreso de animales. En manos de cada obispo queda aprobar o denegar las autorizaciones y decidir las especies animales que serían admitidas a la Santa Misa.

 

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