Un dramático desenlace tuvo el pasado fin de semana la fiesta del pequeño Marcos Urrutia-Smith en la que celebraba su cumpleaños número cinco.
«Acababa de terminar el show del mago e íbamos a cantarle el Happy Birthday a ‘Marqui’, cuando de repente se armó un estruendo horrible», relata Milena Gracia, niñera de un invitado a la fiesta. «Al principio pensábamos que era el show del payaso, pero luego nos dimos cuenta de que era el presidente Pastrana que se había metido a la fiesta a armar escándalo».
Algunos vecinos del sector aseguran que la ira del expresidente fue causada por no haber recibido invitación para los festejos del niño.
«En este barrio ya no se puede correr un catre sin tener que invitar a Pastrana» dice Clarita de Brigard, residente del sector. «Es bien sabido que donde Andrés se entere que no está invitado a algo, que no es parte de un grupo de Whatsapp, que no es el centro de atención, hará lo posible por sabotear los eventos. Yo, por ejemplo, tuve que cancelar mi club de Jardinería desde el día en que arrancó los anturios y para colmo amenazó con comérselos si no lo invitábamos a la próxima» comenta Clarita.
Los Urrutia-Smith aseguran que efectivamente enviaron invitación personal al exmandatario con su empleada del servicio y que todo ha sido un malentendido. Pero nada de esto pudo controlar el resquemor del delfín quien procedió a patear los regalos, pinchar el brinca-brinca y repartir entre los asistentes unas cintas rotuladas como los Marco-Casettes donde asegura tener evidencias de lo mala persona que es el cumpleañero, a quien le fue cancelado su pasaporte a Mundo Aventura por hábiles movidas diplomáticas de quien fuera inquilino de la Casa de Nariño entre 1998 y 2002.
Voceros de la familia Pastrana lamentan los hechos ocurridos y aseguran que lo de Andrés no es sino un legítimo interés por el bien del barrio y resaltan que antes de recurrir a las vías de hecho él trató de armar su propia fiesta pero lastimosamente los invitados lo dejaron plantado.
