Argumentando que el sector público es ineficiente, y que no hay mejor evidencia de ello que los casi cuatro años que lleva el proceso con las Farc cuando este debía durar apenas unos meses, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, propuso hoy que la negociación con el ELN se lleve a cabo a través del modelo de alianza público-privada.
«Sugiero que eso se lo den a una firma de abogados a la que le cueste tener gente allá sentada. Así sacan eso rápido. El pago puede salir de un cálculo de todo lo que se va a ahorrar el país en voladuras de oleoductos», explicó.
«Cuando los negociadores son funcionarios públicos corren el riesgo de tomar partido por grupos de presión que no necesariamente representan el sentir de la mayoría. En cambio, cuando son privados, las sabias lógicas del mercado se encargan de optimizar las preferencias de los individuos, en este caso los que están sentados en la mesa, de tal forma que se logra un equilibrio perfecto sobre el cual se paran y si me pregunta por otra ventaja le digo: los privados no están interesados en quedar bien con nadie o en ganar unas próximas elecciones».
Otra opción para remunerar a los representantes privados del estado sería la de entregarles en concesión el departamento del Arauca, hoy dominado por la agrupación subversiva a 50 años y con opción de compra.
«En cualquier caso quiero que quede claro que de haber Transmilenio en Arauca y en el Catatumbo el ELN hoy sería una amenaza irrelevante», concluyó.
