La petición que siempre hace el papa Francisco de que su papamóvil porte algún ícono de la cultura popular del país que visita fue tomada muy a pecho por los organizadores de su visita a Colombia, hecho que ya comienza a generar polémica.
Un adhesivo del popular personaje de las tiras cómicas «Calvin» haciendo sus necesidades -muy común en vehículos colombianos, sobre todo los de transporte público- fue el elegido para darle un toque más local al automotor encargado de transportar al pontífice.
«Culpen a la cultura colombiana, no a mí. El papa fue muy claro en que quería algo bien masivo y popular y ahí lo tienen. Que en México y en Ecuador las artesanías de los indígenas sean masivas y populares y aquí sea ese matacho no es mi culpa, es culpa de esta sociedad aspiracional. No hablaré más», aseguró el integrante del comité organizador de la visita responsable de la decisión. Mientras en México la silla del papamóvil fue forrada con un bello motivo de la cultura Xatiraña, del sur del país, en Ecuador el ‘capó’ del vehículo lució una pintura de Román Virvijoy, considerado el sucesor de Oswaldo Guayasamín.
Adicional a la ‘calcamonía’ (sic, pero ese término es el que se usará cuando Francisco pregunte, pues también es de uso masivo), el papamóvil marca Chevrolet reproducirá la melodía de la ‘lambada’ al retroceder y portará en la guantera un Soat vencido.
