Una modificación al Código Nacional de Tránsito que hace tránsito en el Congreso promete dar mucho de qué hablar. Se trata de una norma que faculta a los curiosos que consuetudinariamente se arremolinan en torno a un accidente de tránsito fungiendo de expertos para determinar en primera instancia quién fue el responsable.
«Un estudio de una consultoría gringa nos hizo caer en la cuenta del potencial que estábamos desperdiciando ahí. Cualquiera que haya tenido un incidente en la vía, desde un pinchazo hasta un accidente grave ha notado cómo en segundos por lo menos diez ciudadanos llegan para dar su veredicto y su dictamen. Estos suelen mostrar un nivel de conocimiento de las normas y de los aspectos tecnomecánicos de los vehículos que cualquier experto internacional envidiaría»; afirmó un vocero del Ministerio de Transporte, entidad que promueve la reforma.
La idea, según conocimos, es que los patrulleros de la Policía se concentren en los puntos críticos de congestión y no tengan que pasar el día atendiendo choques simples y soportando alegatos de conductores con los nervios de punta. Dicha disposición también permitiría evacuar en cuestión de minutos a los vehículos involucrados para así no generar congestión.
La norma, que seguro será objeto de intensa controversia, reza así: «Cuando se presente una colisión, los involucrados, de común acuerdo, podrán recurrir a los peritos empíricos presentes en el lugar para conformar un tribunal ad-hoc que, en primera instancia, determine a quién le atañe la responsabilidad civil y, eventualmente, penal, del incidente. Dicho tribunal deberá estar conformado en cualquier caso por un número impar de integrantes para efectos de la votación que deberán llevar a cabo al terminar la deliberación».