Con un decreto que ya está en el escritorio de la Ministra de Transporte, el Gobierno Nacional tiene previsto sancionar esta práctica muy extendida entre los colombianos y en particular entre los conductores de servicio público.
La razón sería un estudio reciente de la firma holandesa Van Poppel Consulting en el que se calculó que una persona en estas lides de cuidado facial tarda entre 2.3 segundos, si se trata de una espinilla convencional o comedón, 3.6 si hablamos de un pápula y 5 si se trata de una pústula en retomar el volante una vez ya ha cambiado la luz.
Así las cosas, en una ciudad como Bogotá donde el parque automotor se calcula en 1.200.000 unidades, por lo menos un 25 por ciento incurre en esta práctica una vez al día, es decir 300.00 vehículos. De suprimirse se estaría hablando de un ahorro total de 2.500 horas que, según el viceministro técnico de movilidad urbana, Camilo Montealegre, tendría un impacto de por lo menos 0.6 puntos en el PIB de la ciudad.
La medida ha sido de gran aceptación entre las madres de familia, eternas opositoras de esta costumbre así como en el gremio farmacéutico que desde ya se planea solicitar la inclusión del Oxy5 en el POS como parte de una estrategia integral de prevención y así evitar la tentación de infringir la nueva disposición.
Por lo pronto se anuncia una espichatón liderada por Uldarico Peña que tendría lugar próximamente en el CAN, sede de este ministerio, seguida de una marcha de indignados cuya franquicia ya controla Gustavo Bolívar.
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