A través de uno de los integrantes de su Comité Ejecutivo el ente rector del fútbol mundial le acaba de comunicar a Luis Bedoya, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, su «profunda inquietud» por la manera como los jugadores de su selección han decidido celebrar los goles.
La coreografía, inspirada en el género salsa choke con raíces en la región pacífica del país cafetero que ha causado gran impacto al punto que otros seleccionados han intentado, sin éxito, imitarla, llamó la atención del departamento de propiedad intelectual de la FIFA que el pasado viernes emitió un concepto en el que la califica de «no aceptable».
La razón es que el baile en cuestión no está en la lista de los oficiales de la poderosa entidad con sede en Zürich. Es decir, de aquellos cuyos creadores han pagado para que puedan ser interpretados en el marco del torneo. Como es bien conocido,el organismo que dirige el suizo Joseph Blatter es particularmente sensible y cuidadoso con este tipo de asuntos.
Como alternativa, le fue enviada a Bedoya una lista de ritmos autorizados que podrían sustituir al que ha generado la polémica y que, según el ente, tienen una cercanía considerable con la salsa choke. Se trata del Meneíto, el Baile del gorila y el Aserejé.
Pero este no es el único obstáculo que enfrenta la llamativa coreografía. Los organizadores también están preocupados porque su contenido «trasciende lo lúdico para ingresar en el terreno de lo erótico».
Tal situación preocupa a la entidad en tanto el fútbol es un producto televisivo que se promociona como apto para todas las audiencias y todas las culturas y es bien sabido que cualquier ingrediente sexual puede generarle problemas sobre todo en países como China, Corea del Norte o Irán donde el erotismo está siempre en la mira del Gobierno.
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