Al parecer no sólo el grafitti y los cuenteros sin licencia están en la mira de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Rafael Pardo, Alcalde Mayor (e) de Bogotá, anunció la creación de un escuadrón especial de 150 policías que despegarán uno por uno los chicles que afean el espacio público. «Con la limpieza de suelos y paredes se quiere dar el mensaje de que algo está cambiando para bien. Bogotá es nuestro segundo hogar y a todos nos gusta ver la casa limpia y reluciente», dijo el Alcalde en una breve rueda de prensa.
Pardo masticó chicle e hizo bombas durante la rueda de prensa, para luego mostrar la forma correcta de desecharlo, envolviéndolo en un papel antes de arrojarlo a la caneca.
En la madrugada de este lunes 50 de estos hombres limpiaron de goma de mascar la Plaza de Bolivar. «No me había fijado, pero sí me parecía que la plaza tenía algo diferente, nunca había visto el piso tan limpio», dijo Tiberio Iglesias, fotógrafo que lleva 35 años desempeñando este oficio. «Hacía falta, porque a veces las palomitas se quedan pegadas con el chicle cuando hace sol».
«Bogotá es la ciudad del mundo con mayor número de chicles por metro cuadrado, 45 en promedio, que tardan hasta cinco años en biodegradarse. Qué bonito sería que nos reconocieran por el aseo y no por la suciedad en paredes y calles», afirmó la teniente Yolima Rada, vocera de la Policía Metropolitana. «Los invito a que cuenten cuántos chicles ven en cualquier andén de Bogotá. Una calle sucia aumenta la sensación de inseguridad», puntualizó.
Sin embargo, no faltan los opositores a esta medida, que mostraron su descontento mientras los policías hacían su labor de limpieza. «¿Es que no tienen rateros que coger? ¿Por qué no están cuidando? ¿Eso es lo que hacen con nuestros impuestos?», se preguntaban algunos ciudadanos esta mañana en la plaza.
Pese a las opiniones encontradas, el escuadrón anti-chicle de la Policía continuará por varios meses con su tarea de limpieza en las principales plazas públicas de la ciudad.
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