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La inminencia, ahora sí, de un acuerdo de paz obligó al expresidente y ahora senador Álvaro Uribe Vélez a someterse a un proceso de reconversión laboral exprés. Luego del anuncio conocido hoy sobre lo acordado en el punto de la justicia, sin duda el escollo más difícil de superar, y, sobre todo, sobre la fecha en que se firmará el acuerdo final, el exmandatario, dicho coloquialmente «tiró la toalla» en su propósito de impedir que en el país se respire «la paz de Santos».

Luego de examinar distintas opciones que iban desde un taller de equinoterapia, hasta un curso intensivo de tarot, pasando por la oportunidad de mejorar sus ingresos ingresando a la gran familia Herbalife, Uribe optó por un curso de batik que ofrece la academia Doris Saldarriaga vda de Echavarría en El Retiro, Antioquia. Allí ingresará a partir de mañana, tomando la opción intesiva que incluye clases de nueve a once de la mañana y de dos a cinco de la tarde, todo por un valor de 120.000 el mes, incluyendo materiales y refrigerio.

«Ay no, yo si le dije a Álvaro que para qué se desgastaba tanto nadando contra la corriente, que él ya había hecho mucho por el país y que ahora todo iba a ser horrible para él, que lo mejor para él, para mí, y para los caballos era que se buscara otra cosa para ponerse hacer, vamos a ver cómo nos va», declaró su esposa, Lina Moreno, a este portal.

Los augurios, no obstante, no son muy buenos pues según fue posible establecer, su primer trabajo fue un pañolón en el que se puede ver claramente la silueta de un helicóptero arpía junto a un cuerpo que parece ser el de Juan Manuel Santos portando un tridente.

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