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"Y ahora con qué cuento le salgo a Tutina"

Con una amarga experiencia, el presidente Santos ha vivido en carne propia el conocido adagio de que «lo barato sale caro».  Lo hizo al recibir noticia de que, durante la noche, alguno de sus ministros dejó prendida una de las velas que el mandatario ha ordenado usar para ahorrar energía y se quemaron varias de las cortinas nuevas instaladas en palacio.

«Estoy sumamente decepcionado con ustedes» enfatizó Santos en rueda de prensa mientras apuntaba con el dedo a un grupo de ministros cabizbajo y avergonzado. «Esas cortinas eran carísimas y por el chistecito ya hemos calculado perdidas de más de 140 millones de pesos, súmele a eso que Tutina me tiene seco, más seco que el Magdalena, porque si cambiamos unas nos va a tocar cambiar todas para que hagan juego, ¿cuánto me va a costar eso? ¿Qué van a decir los uribistas?», agregó el mandatario.

Mientras tanto, la opinión se pregunta cómo pudo ocurrir un desastre de esta magnitud y por qué, literalmente, no se prendieron las alarmas a tiempo.

«Aquí entre nos, yo sí me di cuenta de que estaba saliendo mucho humo de algunas oficinas pero asumí que es porque ya volvió el doctor Vargas Lleras de su retiro espiritual en el spa (sic)», asegura una empleada de Palacio que ha preferido permanecer en el anonimato. «El otro problema es que desde que el presidente se dio cuenta de todo el desastre de la energía, nos ha pedido que cada noche le saquemos las pilas a los detectores de humo y las metamos a la nevera porque eso les alarga la vida».

Por su parte, la Procuraduría ha abierto investigación a los ministros restantes del gabinete de Santos, que hoy se debaten entre los procesos disciplinarios y las nominaciones como mejores ministros de América Latina.

«Lo que más me decepciona es que nadie de la cara», dijo Santos apesadumbrado. «Pero nos vamos a quedar aquí todo el día e incluso hasta la noche, a oscuras si es necesario, hasta que alguno de ustedes diga la verdad. Y para que vayan sabiendo: el que haya sido no se salva, repito, no se salva de que lo nombre en Minas y Energía».

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