Un nuevo hecho se suma al escándalo por los gastos suntuarios en la Casa de Nariño. Al parecer, las almendras por las que se firmó un contrato por 15 millones de pesos no estaban destinadas a la atención de delegaciones diplomáticas, sino a satisfacer un antojo del Presidente.
Una empleada de servicios generales que pidió reserva de su identidad reveló que todos los días debe recoger almendras debajo de la cama del mandatario: «Todas las noches le subimos al jefe una taza con almendras, papitas y patacones. Las papas se las come todas, pero a las almendras solo le gusta chuparle el dulce. El resto va para el piso», puntualizó Magolita.
La revista Semana criticó algunos gastos suntuarios en épocas de austeridad, aunque en el contrato la compra de las almendras estaba justificada en la atención de invitados especiales.
La teoría de que Santos chupa las almendras y bota la semilla es apoyada por el hallazgo que hizo un reciclador en días pasados. «Escarbando encontré una ‘bolsada’ de almendras. Estaban blanditas y mojadas pero igual me las empaqué todas. Todavía no sabía que yo era alérgico a esa vaina, eso me broté todo y se me hincharon los labios, pero ya estoy bien», contó el habitante de calle, conocido en el sector con el apodo de «Menudencias».
Pese a que algunos justifican estos antojos del presidente, para otros es inaceptable en época de hambrunas y sequía. En todo caso, aunque 15 millones de pesos en almendras puede parecer una cifra escandalosa, ni siquiera se aproxima al gasto mensual en mermelada en Palacio.