Contundente fue el procurador Alejandro Ordóñez hoy cuando en rueda de prensa aseguró no solo que una fecha de eliminatoria mundialista un jueves santo es «un triunfo del demonio», sino que aquellos fieles que caigan en la tentación de ver el partido entre Bolivia y Colombia «seguramente perderán la visión al cabo de unas pocas semanas y serán azotados por vendedores del Citibank hasta el final de sus días».
El funcionario anunció también que desde ya promoverá la excomunión como castigo merecido para todos los involucrados en el sacrilegio. Desde los directivos -hoy ya todos a punto de ser castigados por la justicia terrenal y estadounidense- hasta los jugadores que se atrevan a saltar al terreno, pasando por periodistas, empleados del estadio y patrocinadores. «Los kinesiólogos y masajistas hace rato tienen un lugar en el infierno por vivir del roce carnal».
Ante la pregunta de cómo podría un futbolista salvarse de dicho castigo, dado que ellos no escogen las fechas, aseguró que «de pronto si se pone y se aprieta bien apretado un silicio podríamos las altas esferas de la santa iglesia católica apostólica y romana entrar a darle una consideración especial al caso. «Eso sí, no puede haber estado jamás incurso en celebraciones de goles con el baile raztaztaz». puntualizó.