Rock al Parque, el festival gratuito de música al aire libre más grande de Latinoamérica contaba con Behemoth, banda polaca de gran despliegue visual y dramático, como acto de cierre de la jornada de ayer, que había iniciado en el Parque Simón Bolívar a las 2 de la tarde. La mencionada banda es conocida por sus fuertes inclinaciones satánicas y demoníacas, por lo cual un funcionario de la Procuraduría casi echa a perder la fiesta.
El retraso en el inicio del espectáculo, programado para las 9:20 de la noche, se hizo tortuoso, pues la masa de decenas de miles de «metaleros», empezó a corear «Behemoth, Behemoth», con notoria ansiedad. Con el paso de los minutos, el desconcierto se tomó la tarima del escenario Plaza. Esta desazón continuó hasta el momento en que «Paco» Espinoza, conocido roadie del circuito rockero capitalino, detectó la presencia de un desconocido en la consola, uniformado como parte del equipo de lógística.
«Yo sí vi un man que andaba como visajoso en la consola, que le movía y le jeringueaba botones, pero no solucionaba nada. Decidí irme por detrás y caerle de sorpresa. Claro, la pinta esta andaba era jodiendo el sonido y cuando lo fui a agarrar por las mechas para echarlo a patadas, me quedé con una peluca en la mano», cuenta Espinoza, que de esta manera descubrió la presencia de Tristán Atehortúa, funcionario de la Procuraduría que se encontraba metiendo las manos en el sistema de sonido.
Atehortúa dice haber seguido motivaciones propias para perpetrar este sabotaje, que solo le acarreó un paso rápido por un CAI en Engativá «yo creo que ya es bastante el daño que la Bogotá Humana le ha hecho a esta ciudad, como para que encima de comunistas nos traigan satánicos, ahí nos llevó el que nos trajo. O bueno, el que trajeron estos polacos hijos de Satanás».
Por su parte, un vocero de la alcaldía declaró que se trataba de un complot de fuerzas oscuras que buscan acabar con la fiesta de la diversidad y la paz en la sana convivencia de todos y todas los metaleros y las metaleras en la Bogotá Humana «estamos consultando con los líderes y lideresas de las localidades, para llegar a una conclusión sobre el plan a seguir, pero el complot de los enemigos de la democracia debe parar». En este momento la Policía Metropolitana investiga si se trató de una cruzada personal de Atehortúa, o de una iniciativa orquestada en el seno del ente de control.