Luciendo un atuendo casual -jean y chaqueta de cuerina- amaneció hoy el emblemático Bolívar desnudo de Pereira. Todo esto en cumplimiento de una circular que la Procuraduría General de la Nación hizo llegar a la alcaldía de la ciudad advirtiendo que el nudismo del prócer no solo constituía falta disciplinaria sino que era camino seguro «a la debacle ética, moral, política y económica de la ciudad».
En la misiva también se ordena una investigación post-mortem a Rodrigo Arenas Betancourt, autor de la escultura. Pues en ella «fundió libertad y erotismo, combinación que solo puede producir libertinaje sexual y en lugar simbólico de centro poblado como agravante».
El alcalde Juan Pablo Gallo, responsable de hacer cumplir de orden del ente disciplinario, intentó bajarle el volumen a la polémica. «Yo lo veo más como una oportunidad de tener una vitrina excepcional para nuestra industria textil. Ya estamos preparando las bases de la convocatoria para vestir al Bolívar. La idea es que cada semana luzca una creación nueva, de diseño y confección 100% pereiranas».
