Con el fin de destrabar el punto de justicia transicional en la mesa de negociaciones de La Habana, una nueva propuesta consistente en obligar a los guerrilleros y comandantes de las FARC a presenciar un concierto de Santiago Cruz como pena alternativa a delitos de lesa humanidad se abre paso en la mesa.
La idea, planteada por un alto funcionario de la Fiscalía, parece tener cada vez más acogida, pues es un punto medio entre tortura, castigo y cárcel. A continuación el funcionario aporta detalles:
«Todas las negociaciones pasan por una etapa donde se discuten penas alternativas para combatientes implicados en violaciones a los derechos humanos. La sensación mental de un concierto del mentado cantautor equivaldría a 8 años en la cárcel, es decir un castigo con las mismas consecuencias psicológicas.»
La propuesta no caló muy bien en las filas de la guerrilla, que la consideran un castigo exagerado, casi una tortura.
«Los comandantes tenemos una responsabilidad con la guerrillerada. No podemos dejar que sean sometidos a semejante castigo. Si el gobierno persevera en esa propuesta, no tendríamos otro camino que levantarnos de la mesa y volver al monte. ¿Usted cree que al ejército le gustaría un concierto de Julián Conrado? pues para nosotros es lo mismo. Lo tenemos en nuestras filas, pero no soportamos una sola canción. ¿Ahora cómo sería el golpe con Santiago Cruz? Francamente preferimos la cárcel», respondió el comandante Pastor Alape al ser consultado sobre la propuesta.
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