La medida busca generar mayor grado de apropiación de los usuarios que, según un estudio cuyos resultados acaban de revelarse, consideraban «foránea y hostil» la voz que repetía «gracias» con acento español cada vez que un usuario pasaba su tarjeta por la registradora.
Y es que ante tantos tropiezos que ha sufrido la implementación de este sistema, desde Transmilenio S.A: -entidad a cargo de su puesta en marcha- se decidió optar por cambios en apariencia leves, fáciles de implementar, pero de enorme impacto entre los usuarios.
«La gente lleva décadas acostumbrada al servicio colectivo tradicional y eso hay que entenderlo, quizás fallamos al obligar a los bogotanos a cambiarse a unos buses que sin duda son más dignos, más cómodos, pero, al tiempo, más hostiles, menos acordes con nuestra idiosincracia», afirmó un vocero de TM.
El cambio referido en la voz que se reproduce una vez se valida el pasaje no es el único previsto. Pronto, si un usuario oprime el botón con el que se anuncia parada a una distancia del paradero superior a 1 kilómetro se escuchará una grabación que diga «si tiene mucho afán coja taxi».
De igual forma, el mensaje que invitaba a recargar la tarjeta cuando se concede un viaje «al debe» a un viajero sin crédito suficiente será sustituido por un «uuyyy mano, lo llevo pero es tan amable y se pega el brinco», mientras que para una última fase se espera contar con detector de incienzo y guitarras desafinadas que invite a sus portadores a bajarse «porque se acaban de subir».
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