A partir de hoy abrimos este espacio de opinión a cargo al exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, quien siempre ha demostrado un talento extraordinario para la crítica. En las próximas semanas encontrarán aquí sus columnas sobre gastronomía, cine, cultura, música, teatro y todo lo que el exmandatario crea que podría haber hecho mejor.
Actualidad Panamericana no se hace responsable de las opiniones emitidas en este espacio y advierte que pueden encontrar innumerables spoilers en el texto que sigue a continuación:
El Renacido
Para comenzar, ¿por qué no usaron luces en esta película? Este interminable esperpento de tres horas es más oscuro que los intereses de las mafias de la contratación en Bogotá. Ni se les ocurra ir recién almorzados a verla.
Es preocupante, además, el maltrato animal que podemos presenciar en esta película, candidata al premio más consumista que hay: el Oscar. En los momentos que estuve despierto pude contar la muerte de (Alerta spoilers) dos osos, un alce, tres pájaros, cuatro caballos, un perro y creo que una culebra, no estoy seguro. ¿Dónde estaba Peta cuando filmaron esta tragedia ambiental? No contento con lo anterior, presenciamos varios incendios, como los de la administración de Peñalosa.
Hablemos de las locaciones. ¿Por qué no la hicieron en tierra caliente y evitaban la tortura a Leonardo Dicaprio? El pobre hombre, al que le negarán el Oscar sin duda, no solo tuvo que nadar en aguas heladas, también comió tierra, lo pisotearon como han intentado hacerlo con este servidor, le dieron machete, balazos, le dispararon con flechas y hasta un oso de la comunidad LGBTZ intentó abusar de él.
El director Alejandro González Iñárritu, en una demostración de sadismo sin fin, pone además al protagonista a pegarse una caminada muy larga en la nieve, herido y sin carné del Sisben. Si lo hubiera montado en un render del metro subterráneo habría llegado en silla azul y se habría ahorrado una hora de película, en vez de someterlo al paseo de la muerte a caballo (ni siquiera en ambulancia).
En resumen, esta caminata ecológica para promocionar el comercio de pieles y el exterminio de los aborígenes americanos a manos del imperialismo yanqui se podría haber hecho como un musical animado, mucho más alegre, con más luz y sabor latino. Le sobró sangre y le faltaron chihuahuas parlanchines.
Le doy un 1/5.