Varios han sido los testimonios de lugareños que afirman haber visto una figura luminosa deambulando por algunos bares de Valledupar y otros establecimientos similares a lo largo y ancho del Cesar. Están convencidos de que se trata de la entidad Ectoplásmica de Diomedes Díaz.
«Cada noche aparece en un lugar diferente. Seguro es que ha regresado porque tiene asuntos pendientes, pero no hay duda de que es el fantasma del Cacique», comenta a este portal doña Francia Estella Araujo, administradora del primer bar dónde apareció. «Cuando aparece -continúa doña Francia- se escucha un grito: ‘Con mucho Gusto’ y de repente, de la bodega se desaparecen 2 botellas de ron».
El enigma se resolvió parcialmente cuando se supo de la presencia en Valledupar de un equipo especial de desarrolladores de Mapping y Realidad Aumentada de un importante estudio de Bogotá. Ellos explicaron que lo que la gente presumía era el fantasma de Diomedes, resultó ser en realidad un Holograma en el que estaba trabajando dicho equipo para el evento de sanción presidencial de la ley de Honores del Congreso de la República a la obra del cantautor vallenato.
No obstante, permanecen cabos sin atar. «La posibilidad de revivir a nuestras celebridades por medio de la tecnología holográfica es un fenómeno del que Colombia no podía quedar excluido y ‘Hologramedes Díaz’ era nuestro primer experimento», explica Edilberto Gómez, cabeza del grupo de desarrolladores. «Pero esta vez ocurrió que una vez teníamos desarrollado el 95% del holograma, este simplemente se escapó. No nos explicamos cómo, pero parecía invadido por una fuerza que iba más allá de nuestro entendimiento tecnológico».
Mientras la fanaticada del cacique peregrina al Cesar para presenciar el paranormal hecho, los expertos en tecnología aún se preguntan si en realidad el espíritu del Cacique alteró con su viciada aura los algoritmos del Holograma, o si fue que literalmente, se «parrandearon» el código del programa que lo creó.
Eduardo C. Veraz, corresponsal.
