Publicado el por en Bogotá, Innovación.

Pocas horas pasaron luego del anuncio de una fuerza élite canina para combatir a los colados de las estaciones de TransMilenio cuando ya se empezaron a presentar los primeros casos de soborno.

Varios pasajeros inescrupulosos estarían entrando a las estaciones con gruesas rodajas de salchichón y otros productos cárnicos para entrar sin pagar al sistema. Según ellos, les sigue saliendo más barato que el pasaje.

«Los que antes vendían pasajes ahora están vendiendo rodajas de salchichón, que les producen una mayor utilidad. El método es el mismo que llevan aplicando hace años: se paran al lado de la taquilla y susurran a los incautos pasajeros. Algunos hasta han colgado del techo chorizos, longanizas y salchichas, para cortar con un cuchillo las porciones», explicó Susana Sandoval, directora de la oficina de Malicia Indígena de TransMilenio.

Un colado entrevistado por este medio y que pidió reserva de su identidad, explicó por qué se sigue colando en el sistema: «¡El pasaje está muy caro y el servicio es malísimo! Por eso nos colamos, para que recapaciten y pongan más buses desocupados. Cuando dijeron de que iban a poner perros a las entradas yo me asusté de ganarme alguna mordida pero con el salchichón estoy feliz porque el que da la mordida soy yo».

Los guardias de seguridad han mostrado preocupación porque los perros han empezado a engordar. Algunos han preferido, por la salud de los caninos, recibir en el aire ellos mismos los salchichones.

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