Publicado el por en Judicial.

"Hola Camaradas, ya llegué", parece decir Tanja desde Irak.
«Hola Camaradas, ya llegué», parece decir Tanja desde Irak.

Sus compañeros del equipo negociador de las Farc se enteraron esta mañana luego de que no respondiera a los llamados que le hiciera, como todas las mañanas, Iván Márquez «para que le apurara con el secador y bajara a desayunar». Al no obtener respuesta forzaron la puerta -labor que, paradójicamente ninguno de los negociadores pudo cumplir por lo que tuvieron que llamar al cerrajero de la revolución- de la habitación de la residencia destinada a los integrantes de la organización insurgente para encontrarla vacía con una carta sobre la cómoda.

En ella la polémica holandesa afirma que su presencia en las Farc, y más aún en la comodidad de La Habana ya no entusiasmaba a nadie en sus redes sociales, al punto que a diario perdía decenas de seguidores en Twitter y de amigos en Facebook. «No me malinterpreten, mi alma sigue siendo guerrillera, mi compromiso con la revolución va hasta la muerte y más allá, pero es que esta revolución ha caído en la monotonía, le ganó el tedio y…debo confesarlo…ya es demasiado mainstream, eso me han dicho mis amigos de mi país, que ya están cansados de las mismas historias que ya no puedo renovar porque las de acá de Cuba les parecen, como dicen ustedes, ‘severo ladrillo'».

Luego añade: «Así pues, en el entendido de que la revolución no puede estar constreñida por el embeleco burgués del estado-nación, siento que es hora de buscar nuevos frentes más activos en la lucha contra el imperio. Camaradas: he tomado la decisión de unirme al Estado Islámico. Estaba dudosa, pero los 43567 likes que tuvo el post de FB en el que comuniqué mi decisión me confirmaron que es la decisión correcta. Hasta la victoria, siempre. Un abrazo revolucionario. Tanja  P.D: No, esto no tiene nada que ver con mi negativa a jugar amigo secreto, no confundan las cosas».

«Que se vaya, a ver si allá le dan más viáticos que acá, o si le dan si quiera», murmuró un miembro de la delegación subversiva desconcertado ante la noticia. «Es una sola revolución, un solo enemigo. Ella hará una labor de enlace para la firma de convenios o joint-ventures como dicen los yanquis», añadió otro con la evidente intención restarle importancia al hecho.

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