Como es bien conocido, la salida a circulación este mes del billete de $100.000 ha generado consternación y terror en el gremio de los ‘amarillos’. Una preocupación que comenzó con el anuncio de la llegada de esta nueva pieza el año pasado y que los ha llevado a tomar medidas apoyados en la tecnología.
Es así como en varios talleres de distintas ciudades del país ya están instalando un dispositivo que detecta la presencia en el vehículo de un pasajero portando uno o más de estos billetes.
“Ese aparato se lo inventó un sobrino, que comenzó haciendo taxímetros sellados, que no se podían envenenar, imagínese el pendejo. Lógico, no vendió nada y se iba quedando en la calle, pero luego, menos mal, el chino eso sí es un verraco para lo de inventarse cosas, salió con este aparato y la verdad es que ha tenido buena salida”, declaró a este medio un propietario de cinco taxis en Bogotá.
Al parecer, el dispositivo cuenta con unas celdas que detectan el tipo de papel que tendrá la pieza numismática, dato que habría sido solicitado directamente por Uldarico Peña a la Junta Directiva del Banco de la República, a la cual también le habla al oído. Al sentir el componente químico en cuestión, las celdas activan un circuito que hace sonar una sirena y que libera una descarga preventiva de gas pimienta en los ojos del pasajero.
“Para que no le vaya a dar por ponerse salsa, para que vaya sabiendo que con el gremio nadie se mete”, explicó José Farfán, jefe de finanzas de la columna Hugo Ospina que opera en Bogotá.
Como un “auténtico ejemplo de emprendimiento e innovación que me hace sentir infinitamente orgullosa de mis muchachos” calificó la iniciativa la ministra de transporte encargada, Natalia Abello mientras volvía añicos uno de estos billetes con un machete conmemorativo de la primera linchada de un chofer de Uber que su jefe, Uldarico Peña, le regaló.