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No paran las malas noticias para Millonarios. La intempestiva salida de su técnico, el español Juan Manuel Lillo, le representará a la institución un nuevo dolor de cabeza y, seguramente, un nuevo pleito jurídico por cuenta de la cancelación de la temporada de ruedas de prensa del estratega en el Teatro Nacional.

Como ya es conocido, el desparpajo, humor y carisma que Lillo había derrochado en sus encuentros con la prensa hizo que el departamento de mercadeo de Azul y Blanco decidiera monetizar esta faceta de su DT llevando sus ruedas de prensa a las tablas. Al tomarse esta decisión se suscribió un contrato con la Corporación Teatro Nacional con vigencia hasta diciembre que ahora deberá ser forzosamente terminado con grave repercusión en las alicaídas finanzas «embajadoras» de prosperar la demanda que por incumplimiento instaurará este centro cultural.

Al parecer, directivos de Millonarios estarían convenciendo a su antiguo empleado de honrar el compromiso dictando charlas de autosuperación -terreno en el que se desempeña con igual o mayor solvencia que en el balompié-en los días en que estaban previstas las ruedas de prensa. Estas llevarían como nombre tentativo «¿Quién se ha llevado mi mamoncillo, profe Lillo? y contarían con la participación especial de Francisco «Pacho» Maturana.

 

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