Un efecto inesperado tuvo el operativo que le permitió al Gobierno recuperar 289.000 hectáreas en poder de las Farc en los departamentos de Meta y Caquetá.
Tras la pérdida de tal significativa extensión así como de alrededor de 40.000 cabezas de ganado (la mayoría con cuerpo incluido), esta organización quedó muy mal parada en el gremio que reúne a los principales ganaderos, terratenientes y personas de bien del país: Fedegan.
Y es que, según sus estatutos, tienen asiento por derecho propio en su junta directiva quienes acrediten posesión -legítima, de hecho o por vía de cooperativa de seguridad, no importa- de más de 100.000 hectáreas. Por tal razón, esta guerrilla tenía dos representantes en esta instancia directiva y era un jugador de peso a la hora de la toma de decisiones trascendentales.
Ahora, con sus predios y sus reses mermadas, deberán obligatoriamente entregar ambas sillas, decisión que, según pudo establecer en exclusiva este portal, tiene muy preocupados a los integrantes del Secretariado.
«Ahora quién sabe quién llegue, hasta de pronto llega un loco de esos que cree que el marxismo es para aplicarlo y qué susto», se le escuchó a Iván Márquez en un pasillo de la sede de los diálogos con el Gobierno en La Habana.