Por un error de su secretario de prensa, el mundo se enteró hoy de un curioso detalle que contiene la orden ejecutiva con la que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la construcción de un muro en la frontera entre su país y México.
Hoy en la mañana Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca, publicó sin querer la totalidad del documento en su cuenta personal de Facebook tal y como a comienzos de semana tuiteó su contraseña de Twitter.
Aunque rápidamente enmendó su error, el texto completó quedó en poder de no pocos usuarios de la red, entre ellos varios periodistas que pronto descubrieron un ingrediente sin lugar a dudas polémico en dicha orden: se trata de un parágrafo que establece la obligatoriedad de incluir en los diseños «agujeros cada 5 kilómetros que permitan el libre paso de sustancias alucinógenas de alto consumo en Manhattan y otros centros urbanos, fundamentales para hacer a América grande».
Al parecer, la exigencia fue incluida luego de que su equipo de asesores de alto nivel cayera en cuenta, con terror, de que un muro sin estas especificaciones cortaría la cadena de suministro de un bien de primera necesidad en la canasta familiar del país del Norte.