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Los dirigentes argumentan no tener garantías en un mundo dominado por feministas, animalistas y veganos.
Los dirigentes argumentan no tener garantías en un mundo dominado por feministas, intelectuales, animalistas y vegetarianos.

La dirigencia del fútbol nacional ha reaccionado con desconcierto ante las detenciones de altos directivos de la FIFA por escándalos de corrupción.

Fuentes cercanas a este medio confirmaron que los dos directivos más importantes del país, Luis Bedoya y Ramón Jesurún  se dirigieron en las últimas horas a la Defensoría del pueblo para solicitar medidas cautelares ante lo que ellos llamaron «una persecución política transnacional» con el fin de evitar ser implicados en cualquier caso.

«La verdad estamos muy tristes y preocupados por este tema. Nos dirigimos a la Defensoría del pueblo para pedir medidas cautelares por si las moscas y por consejo del alcalde Gustavo Petro, porque los hombres maduros con bigote ya no podemos estar a salvo en este mundo de feministas, intelectuales, animalistas y vegetarianos», dijo Bedoya en entrevista telefónica con este medio.

Funcionarios de la entidad confirmaron que de momento no hay ninguna investigación contra los dirigentes nacionales, a los que les aconsejaron dirigirse a sus hogares a ver otros deportes.

«No es que tengamos rabo de paja, es que uno ya no sabe quién está detrás de uno y en este país la gente no deja trabajar. Si es cierto que íbamos ya mismo para el aeropuerto, pero a comprobar el estado de las canchas de fútbol cinco de Engativá y Fontibón. Yo le pido a los colombianos que no hagan caso a las habladurías de las malas lenguas y que confíen en la transparencia de sus diáfanos e impolutos dirigentes, cuya única motivación al ocupar sus cargos es que cada vez más colombianos puedan sonreír y que las nuevas generaciones encuentren una luz en la actividad física que las saque de las garras de la vagancia y la drogadicción. No se imaginan cuántos sacrificios hacemos a diario con ese único anhelo e impulso», complementó Bedoya mientras se tomaba una Manzana Postobón «para refrescar el susto».

 

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