Un fotógrafo adscrito a un diario local en Sidney registró hace unas horas una curiosa pelea en las concurridas playas de Bondi Beach, “se trataba de una persona que se peleaba literalmente a los puños con un canguro, en una batalla brutal”, aseguro Patrick Kidman, reportero del Diario de Sydney. “El señor le decía frases en español al canguro como: vengase, sea varón, el que pica mano pica cara, le voy a dar en la cara mari#ç@”, agregó.
La sorpresa del camarógrafo aumento cuando le enseño las fotografías al editor deportivo de su diario y confirmó que se trataba del colombiano Jorge Luis Pinto, seleccionador nacional de fútbol de Honduras. “Me llamó la atención que uno de los contrincantes tuviese una camiseta de fútbol soccer, así que decidí mostrarle las fotos a mi colega quién me confirmo que se trataba del técnico de la selección hondureña”, señaló asombrado Kidman.
El hecho se registró un par de horas después que los seleccionados por Pinto cayeran 3 goles por 1 ante los australianos y quedaran fuera de la próxima copa del mundo en Rusia. “El profe estaba enloquecido, quería pelearse con todo el mundo. Primero le dijo vendido al árbitro, después acusó de espionaje al técnico rival, en el camerino le haló el cabello al arquero y le dio un par de cachetadas a uno de nuestros centrales”, aseguró a este medio el jugador catracho Alberto Elis, autor del único gol Hondureño. “Es normal ver al profe salido de casillas. La última vez se desmayó de la rabia. También ha llegado a arrancarse el pelo o morderse un codo. Seguro el animalito se estaba burlando de él”, confirmó el jugador hondureño.
Aunque no se tiene información precisa sobre el vencedor de la pelea, desde Australia nos informan que Pinto perdió dos dientes y tiene cuatro costillas fracturadas; por su parte, el vehemente marsupial se está recuperando de un moretón en el ojo y un mordisco en la oreja, “estamos haciendo las pruebas de laboratorio para confirmar que el señor Pinto no le haya transmitido la rabia al Canguro”, señaló el portavoz de la clínica veterinaria a la que lo remitió su EPS.
Santiago Giraldo, corresponsal
