Invitado como orador principal al encuentro anual de la liga defensora de la familia, la moral, las tradiciones y la Constitución de 1886, el ex mandatario afirmó que en su gobierno «ningún esposo le fue infiel a su esposa, ninguna madre deshonró a su familia por tener un romance furtivo con otro hombre».
«Ahí están las cifras del registro único de adulterio del ICBF. Demuestran que en nuestros ocho años las familias se fortalecieron, reinó la armonía en los hogares, pero qué tristeza, todo cambió con este gobierno derrochón, cómplice del terrorismo, no fue sino que cedieran ante los engaños de la Far para que los señores comenzarán a ceder ante la tentación de las amiguitas y los hijos a endrogarse al ver que el hogar se derrumba, el acabose, pobre país, cómo me duele mi patria», afirmó un melancólico pero enardecido Uribe.
«De la mano de la confianza inversionista viene la confianza en la pareja, si una se derrumba la otra también. Sin seguridad democrática, les pregunto, hijitos, ¿cómo puede haber seguridad afectiva?. De por Dios, no dejemos que penetre en nuestra patria el flagelo del amor libre, de las relaciones abiertas, el cáncer del poliamor que el castrochavismo quiere promover en las clases de educación sexual de nuestros hijos», añadió.
Cuando un asistente levantó la mano y tomó la palabra para decirle que él en 2005 tuvo un desliz del cual, por supuesto, estaba muy arrepentido, un desencajado ex mandatario lo tachó de» áulico del terrorismo», de «sacamicas de Coronell» y no le permitió terminar de compartir su testimonio.
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