Vecinos del sector de Llanogrande en Rionegro, Antioquia, han reportado una excesiva luminosidad proveniente del predio perteneciente al expresidente, Álvaro Uribe Vélez.
Aunque algunos aseguran que dicho terreno siempre ha habido, desde tiempos coloniales, una guaca enterrada y eso explicaría el destello, otros apuntan en otra dirección.
Aseguran que el fúrico exmandatario habría ordenado prender todas las luces de su residencia, así como la climatización a ‘todo taco’, el equipo de sonido a ‘full’ volumen, la tostadora, el hornito, el horno y el microondas, el taladro, la wafflera y las pinzas del pelo que eran de Lina, entre otros accesorios con el fin de llevar a cabo un gasto «masivo, patriótico y anticomunista de energía que salve al país de las tinieblas, es decir, de las garras de FarcSantos».
Y pese a que tal versión no ha podido ser confirmada, le da validez el hecho de que no son pocos los hogares de uribistas pura sangre que por estos días sí, en efecto, llevan a cabo dichas «cadenas de gasto de energía patrióticas».
Con estas acciones pretenden amargarle la vida a Santos y, de paso, comprobar que lo del Fenómeno del Niño y demás alteraciones del clima por cuenta del calentamiento global, «no son más que una mentira urdida en La Habana con el apoyo de Maduro, Castro, Obama y toda esa partida de comunistas para frenar un país que «el doctor Uribe había dejado embalado».