Cansado de que los eufóricos alaridos del vecindario le arruinaran el suspenso previo a una jugada de gol, Martín Torres, suscriptor de DirecTV y residente en Zipaquirá, tomó la decisión de insonorizar la habitación en la que tiene instalado el televisor con el decodificador.
«No tuve más opción. Sobre todo en los partidos de la selección, era insoportable comenzar a oír gritos cuando en mi pantalla apenas veía al arquero despejando o, peor, a la camilla saliendo. Es como si un pendejo se parara en la puerta de la sala de cine a contarle el final de la película a todos los que regresan después de ir al baño», declaró a la prensa especializada. «Con la selección era más fuerte, pero igual con los partidos de la Premier, de la Liga, de la Champions. Con los únicos que no me pasaba era con los del torneo local, yo soy el único en toda la unidad que los ve y siempre en las asambleas me la montan por eso».
El desgarrador testimonio de Torres va más allá: «me pasaba también, como estoy seguro de que le pasa a mucha gente, que un ataque de la selección perdía cualquier emoción al no escuchar el griterío previo. Es decir, sabía ya que ahí no iba a pasar nada. Primero intenté con tapones para las oídos pero mi mujer, que es muy susceptible, tomó la cosa personal, entonces decidí optar por la insonorización. Un sobrino mechudo y, aquí entre nos, yo creo que ya es medio marihuanero pero por favor no ponga eso, que tiene una banda de rock me asesoró, que con láminas de copropren, yeso-cartón y bandejas de huevos la vuelta era fácil».
La prueba de fuego del experimento de Martín tendrá lugar hoy con motivo del partido entre Colombia y Ecuador. «Siempre y cuando no llueva, porque usted sabe que si llueve se cae la señal y ahí sí frito».
Con la colaboración de @Senador_Honesto