Alertados por la transición de movimiento armado a partido político, numerosos vendedores de votos han llegado a los 26 puntos de la geografía nacional donde están concentrados los más de 7000 integrantes de las Farc.
«Uno va donde sabe que está la demanda, si esa gente va a dedicarse a la política, pues va a necesitar votos y aquí estamos para ofrecerles», aseguró uno de estos comerciantes informales en la zona de concentración del municipio de Mesetas, Meta, donde ayer tuvo lugar la ceremonia en la que se oficializó la dejación de armas de esta guerrilla.
«Ofrecen paquetes que te garantizan desde una curul en una JAL hasta una en el Senado o en la Cámara, dicen que nos las dejan baratas, con un precio especial para celebrar la paz y nuestra entrada a la política.Hay uno que viene pegado a un frasco de mermelada, dicen que es el que más salida tiene» asegura un guerrillero. «Esto antes era tranquilo, se podía caminar, ahora se volvió insoportable, a toda hora esta gente es ofreciéndote votos, toca casi que andar con un cartel colgado que diga ‘hoy no compro votos, mañana sí'», aseguró, medio en serio medio en broma, un mando medio de la organización.
«La verdad es que es tentador, muchos te dicen que tranquilo, que si todavía no tienes efectivo o si solo manejas dólares húmedos como es el caso de la mayoría de camaradas les puedes pagar después, el año entrante, cuando ya estés posesionado con contratos, que bienvenidos a la democracia».