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Francisco Moreno, un mexicano que ingresó ilegalmente a los Estados Unidos en 2002, y quien recibió la ciudadanía americana hace 2 meses, celebró esta mañana el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de ese país.

Moreno, quien se dedica a oficios varios de la construcción, afirma que votó por Trump «para que América sea grande otra vez y se dejen de meter esos latinos que nos están robando los empleos y solo vienen a delinquir».

Su esposa Elsa, hondureña, quien aún no tiene la nacionalidad estadounidense, teme ser deportada junto a las tres hijas que tiene con Francisco. «Estas elecciones han sido una pesadilla para la familia. Francisco lleva seis meses sin trabajar por andar en manifestaciones, y ahora que ganó Tron (sic) todo se fue a la mier…», afirma entre lágrimas mientras amamanta a la menor de sus hijas. «Mi esposo y mi cuñado, juntos se volvieron ciudadanos el mes pasado y ahora se creen más gringos que Waldisney (sic). Lo que más detesto es que le diga a sus hijas ‘las cholas esas’ y no por sus nombres. El divorcio se lo pediría, pero no me puedo acercar a un juzgado porque me deportan».

Por su parte, Francisco ya se apuntó como voluntario para ayudar en la construcción del muro que Trump prometió construir en la frontera con México. «A esa gente hay que mantenerla a raya o se nos entran», puntualizó.

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