En el Parque de los Periodistas, en pleno centro histórico de la capital, se instalará esta pieza patrimonial con la que la ciudad pretender rendir homenaje a un elemento tan común en la vida cotidiana de sus habitantes.
La idea con este monumento es la de «resaltar y darle el lugar apropiado en la memoria colectiva y en el paisaje urbano de la ciudad a algo que nos hace únicos», comentó la vocera del Instituto Distrital de Turismo.
«Llevamos un año investigando, preguntando en todas las ciudades del planeta y ninguna tiene el orgullo de tener tres tarjetas diferentes para el transporte masivo, de verdad que algo así merece ser celebrado con arte, con alegría, qué dicha, ¿no?», añadió ante el sepulcral silencio de los asistentes a la rueda de prensa.
Según reza el comunicado, la idea con este proyecto es también la de «celebrar la diversidad de una ciudad plural, que se resiste a caer en la tentación de la malsana homogenización, una urbe vibrante que reconoce que todos y cada uno de los seres, pero también los objetos, del cosmos universal son únicos, múltiples e irrepetibles y con pleno derecho a alcanzar la plenitud de su ser como bien les apetezca, así algunos sectores de ultraderecha no lo acepten, las tarjetas del transporte público, a las que tenemos mucho que aprenderles dado su fuerte magnetismo también gozan del derecho a la diversidad y esto lo sabe muy bien la Bogotá Humana».
Consultado sobre el tema el concejal Juan Carlos Flórez envió una misiva en la que criticaba la improvisación de una anterior decisión cambiándole solo la fecha y un par de palabras.
La Procuraduría, por su parte, a través de su vocero anunció que ve con «extrema preocupación que se levanten en el espacio público monumentos a objetos paganos, más sí se trata de piezas magnetizadas que, como todo lo que involucre energías, cuarzos y minerales no son más que una alusión vedada a cultos de la nueva era, en el fondo satánicos».
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