Publicado el por en Bogotá.

andresbasuradefAnte la crisis en el servicio de recolección de basura que han experimentado algunas zonas de la capital, el popular restaurante afirmó a través de un vocero que está dispuesto a poner a disposición de la ciudad sus sucursales como «puntos transitorios de acopio».

La idea es que los ciudadanos de sectores como Teusaquillo y Chapinero -en los que más traumatismos han tenido las rutas de los camiones de Aguas de Bogotá esta semana- lleven sus desperdicios a los diferentes locales donde serán recibidos y separados por expertos saltimbanquis ecológicos. Como retribución recibirán un vasito pequeño de chimichurri, cuyo valor en el restaurante puede rondar los 50.000.

El material de desecho puede tener un nuevo ciclo de vida como parte de la decoración, utensilio de cocina o como apetecido souvenir para los turistas. Además, la recolección de llantas usadas puede hacer que el restaurante suba varios puestos en la famosa Guía Michelín.

El encargado de comunicar la noticia hizo especial énfasis en que esta decisión se enmarca dentro de las políticas de responsabilidad social de la empresa y restó importancia a quienes han sugerido que de esta forma se le está dando la razón a sus críticos, que con frecuencia critican el concepto estético de la cadena que tanto fascina a los extranjeros, bajo el argumento de que «eso no es más que un arrume de basura».

La iniciativa ha tenido tan buen recibo que el gremio de los restaurantes antioqueños de Bogotá estaría pensando en sumarse a la iniciativa. Eso sí, con una capacidad de acopio considerablemente inferior, «solo de a dos bolsitas por restaurante, con eso basta y sobra para tres años de chucherías para colgar», aseguró Ferney Marulanda, su secretario ejecutivo (e).

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