Publicado el por en Ambiente, Bogotá, Innovación.

Un increíble fenómeno comenzó a darse con los árboles a los que hace unas semanas rodearon con grama sintética en el centro de Bogotá. Tras la polémica medida, que la directora del IDU defendió argumentando que mejora el ambiente, los árboles ubicados en cercanías de la Universidad Jorge Tadeo Lozano comenzaron a dar pelotas amarillas de caucho, similares a las usadas para combatir el estrés.

En semanas anteriores, varias personas escribieron en redes sociales que el pasto natural había sido reemplazado por caucho, y acusaron al alcalde Peñalosa de atentar contra los derechos de los organismos naturales en condición de arboreidad. «El caucho es más barato y hace lo mismo que el pasto», escribió el alcalde en Twitter en su momento.

La administración se defendió, diciendo que el contrato, por 15.000 millones de pesos y que cubrirá 35.000 metros cuadrados de andenes, fue firmado por Gustavo Petro.

La verdad es que, aunque los árboles parecen gozar de buena salud, no es normal que en lugar de mangos o mamoncillos produzcan pelotas.

«No hay que extrañarse, esto es un beneficio adicional de la implementación de las Redes Ambientales Peatonales Seguras. A los que critican porque están viendo florecer estas hermosas pelotas de caucho les recordamos que el caucho, precisamente, es un producto que toda la vida se ha extraído de los árboles», comentó Humberto Mosquera, asesor de la alcaldía en temas de elasticidad urbana.

Los únicos beneficiados hasta ahora han sido los estudiantes de «la Tadeo», a quienes no les hace falta comprar pelotas para pasar los escasos momentos de ocio que tienen en esa institución universitaria.

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