Publicado el por en Judicial, Proceso de paz.

La reintegración de un buen porcentaje de integrantes de las Farc está tomando un rumbo inesperado pero, en cualquier caso, positivo. Y es que en las zonas de concentración cada vez son más los casos de antiguos combatientes de esta organización que están haciendo el tránsito a personas en situación de hipsteridad.

Al parecer todo habría comenzado con un verificador norteamericano, de Brooklyn, quien habría hecho presencia en una de estas zonas ubicada en el departamento del Meta con una frondosa barba y señales de no haber entablado contacto con agua fresca en por lo menos tres años.

Superada la desconfianza inicial, numerosos guerrilleros entraron en contacto con el individuo que dedicó varias tardes a ‘empaparlos’ de esta nueva tendencia contracultural. «Todo un estilo de vida, es como ser guerrillero, pero cambiando el fusil por el ukelele, y los changones por la palabra.

«El gringo encontró un potencial tan inmenso como inesperado. Estos pelados estaban ya listos: era solo cuestión de despiojarles y despuntarles la barba, porque todo lo demás ya lo tenían: estilo de vida con cero huella de carbono, chiros viejos como vestuario, gusto por lo artesanal -tatucos, cilindros- y repulsión por lo mainstream, que es lo que ellos llaman burgués, es solo un cambio de palabra», explica un funcionario de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.

«Creo que fue un cabezazo. Habíamos pensado en capacitarlos en seguridad privada, criminalística, atención al cliente, pero todos esos son oficios mal pagos, esto de la conversión en hipsters en cambio es fácil y con muchas ventajas, entre ellas la de que se suprime el riesgo de que quieran volver al monte a dar bala tras la primera entrada a urgencias y que les digan que su último pago a la EPS no lo registró el sistema. Todos sabemos que pagar seguridad social es reeeemainstream y los hipsters no le jalan a eso», añadió un contratista de las Naciones Unidas.

«La mayoría es muy ducha en lo de amasar harina pan para hacer cancharinas. Eso que allá en la selva no tiene ningún misterio, en Teusaquillo es la verraquera, porque ya son panaderos artesanales sin ni siquiera saberlo, ni hablar de lo que saben sobre yerbas para usar en lugar de remedios. Eso vuelve locas a las señoras divinamente, que ahora le están jalando mucho a todo eso del chamanismo y la medicina Ayurveda», complementó el funcionario de la oficina del Comisionado para la Paz.

«Queda faltando el tema de los gatos. A todos los que le están jalando a esto toca darles uno de dotación. Eso es por contratación directa y como que no se aclaró si eran cuadrúpedos o hidráulicos, esperemos que por ahí no reviente otro lío», añadió.

Los barbudos del monte podrán ser vistos muy pronto por toda la comunidad en una nueva tienda ‘vintage’ de Chapinero llamada «El Secretariado», en la cual dictarán talleres de metalurgia artesanal, cocina orgánica y «guerrilla marketing».

 

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