Una sorpresa navideña se llevaron los habitantes de Bogotá cuando esta madrugada el sonido de motosierras y el olor a gasolina interrumpió su sueño.
«¡Una Pesadilla! Imagínese uno estar dormido y de pronto lo despierta a uno el sonido de motosierras.» narró Luzbely Ochoa, madre de tres.
Lo que la mujer encontró fue al alcalde Enrique Peñalosa disfrazado de Papá Noél liderando unas cuadrillas del Jardín Botánico quienes disfrazados de renos se encontraban talando el árbol de navidad de los Ochoa.
«Amo los árboles, Los amo más que la presidenta del club de fans de Selena amaba a Selena» confirma a este medio el alcalde Peñalosa . «Pero desde mediados de octubre he notado la proliferación de árboles dentro de las casas y edificios. Entonces le dije a mi secretario de ambiente que debíamos poner en marcha un plan de choque porque a los árboles no les basta con ocupar los espacios reservados para hermosas canchas de fútbol. ¿Ahora también están invadiendo los hogares de la gente? Esto no puede seguir» Confirma el burgomaestre.
Así nació el plan Navidad Segura. «Que no solamente se enfoca en la tala de árboles navideños sino también en una transfomación total del habitat» según lo describe un funcionario de la alcaldía de nariz roja que pidió ser identificado tan solo como Rodolfo.
«No solamente me tumbaron el árbolito sino que hicieron una cantidad de tejemanejes para cambiar los prediales del pesebre» contó a este medio la desesperada madre. «Depreciaron unos lotes de la aldea de Belén para expropiarlos barato y pasar por ahí unas vías. Lo peor es que el carrito de control remoto de Santi y las barbies de las nenas me las cambiaron por unos transmilenios de juguete pues según el alcalde cumplen la misma función y son más baratos» Concluyó la señora.
Ochoa asegura que no hubo forma de hablar con el alcalde pues apenas terminó su labor salió de la casa como por arte de magia, se montó a un transmilenio jalado por otros ocho articulados y llamó a sus funcionarios: ¡Vamos Tornado! ¡Vamos, Bailarín! ¡Vamos, Furia y Cupido! ¡Eh Volvo, eh Diesel! ¡Vamos Exxon y Mobil!.
Antes de desaparecer en la chimenea de humo negro, se oyó el silbido de su tripulación y juntos se fueron como una pluma en el viento y se oyó al alcalde gritar:
“Feliz Navidad mejor para todos y para todos una noche buena”