Conmoción entre los cristianos, en particular en aquellos de la corriente esnobista, han causado las declaraciones de Marco Fidel Ramírez, conocido por sus feligreses como el “concejal de la familia”, quien en su cuenta de Twitter exhortó a sus seguidores a no consumir el “café del demonio”.
El carismático funcionario afirmó en varios trinos que el logo de la marca, la popular sirena de dos colas, “representa la ambivalencia moral de la mujer, que puede pasar de la maternidad al adulterio en un santiamén”. Aseguró también que “la sirena es un animal fabuloso de la cosmovisión politeísta que Noé jamás hubiera subido a su arca”.
También se refirió a la estrella de cinco puntas que en el logo corona la cabeza de la sirena: “es bien sabido por todos que esa estrella es un símbolo satánico que representa el desprecio por los cinco elementos de la naturaleza”, afirmó.
Finalmente, el concejal hizo referencia al color verde del logo, del que dijo que era un color pecaminoso por ser uno de los preferidos de gays y lesbianas: “no es coincidencia que el tono del verde de Starbucks sea idéntico al verde de las banderas de colores de esos enfermos, ya hay estudios que demuestran que clientes frecuentes de ese antro terminan infectados por el virus de la homosexualidá”.
Con esta nueva prohibición, los pentecostales amantes del café tendrán que acostumbrarse al tinto de greca con cubitos de azúcar, ya que anteriormente Marco Fidel Ramírez les había prohibido también consumir productos de Oma y de Juan Valdez. De la primera marca aseguró el año pasado que “el nombre Oma rima con Sodoma, lo que recuerda irremediablemente las perversiones del pueblo que Dios tuvo que exterminar” y ni qué decir de Juan Valdez, cuya imagen, según palabras del concejal, “es una invitación descarada a la zoofilia”.
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