La medida que pretende decomisar las dosis mínimas y multar a los consumidores continúa generando polémica, esta vez al extenderse no solo a pomadas y ungüentos, sino a la popular Coca-Cola.
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, declaró que esta decisión se tomó teniendo en cuenta el polémico nombre de la marca y que la fórmula de la bebida es un secreto industrial. «Es mejor prevenir que lamentar. A la coca hay que atacarla por todos los frentes, por lo que en próximos días anunciaremos medidas sobre el jueguito de la coca y la coca del almuerzo».
Solo quienes lleven un pan entre el bolsillo podrán recuperar su dosis de gaseosa, demostrando que el porte tiene fines alimenticios y no barbitúricos. El límite por persona es de 350 ml., es decir, una botella personal. Las presentaciones de 1.5 litros y superiores solo podrán ser llevadas por grupos grandes a la hora del almuerzo y personas en situación de obesidad, con fórmula médica.
Se analiza si, vía lenguaje incluyente, se empezará con el decomiso de productos de coco como cocadas, arroz con coco, supercocos y limonadas de coco.
Por su parte, la Asociación Nacional de Geriatrícos, Analge, se declaró en emergencia por la escasez de pomadas de marihuana, «benditas» para el dolor articular y la falta de té de coca, de reconocidas propiedades para el dolor de barriga.