Sumándose a los miles de ecuatorianos que por estos días cruzan la frontera para cambiar sus dólares por pesos y comprar todo tipo de artículos en Ipiales aprovechando la devaluación de la moneda colombiana, el presidente del país vecino Rafael Correa anduvo de compras en la ciudad del departamento de Nariño el pasado domingo.
Aunque su intención era hacerlo de incógnito, su propósito se frustró cuando en el momento de pagar sus artículos en el hipermercado Alkosto oprimió el tradicional botón, se encendió la sirena y sonó en el local la grabación que indica que hay un ganador. Pero esta vez el premio no fue, como suele ocurrir, un descuento del 50% en su cuenta, sino un televisor Samsung Smart TV, debido a una campaña especial que dicha marca adelantaba ese día en ese almacén.
Así, al revuelo normal de cuando a un cliente lo favorece la suerte se sumó el que se armó al correr el rumor de que se trataba nada menos que de Correa, quien, entre incómodo y emocionado, recibió su premió y dio un par de autógrafos mientras su esquema de seguridad se hizo presente para llevárselo y echar la caja -que no cupo, fue necesario recurrir a una cabuya para asegurar la tapa- en el baúl del auto de gama media en el que había cruzado la frontera.
Una vez en Quito, aseguró que ya mandó el electrodoméstico donde técnicos especializados con el fin de que sea personalizado. Es decir, para que solo pueda sintonizar EcuadorTV, Telesur, RT, Al Jazeera y Canal Capital y le sea instalado un dispositivo de censura de todo contenido que atente contra el socialismo y la moral católica.
Así mismo, trascendió que en las noches pondrá sobre su pantalla una lámina de espejo para que al despertarse cada mañana pueda verse en pantalla, dada su afición por escuchar sus propios discursos y ver sus propias apariciones en televisión, algo que hace cada vez que tiene un rato libre en su apretada agenda.
Por último, Correa reiteró el llamado a los ciudadanos de su país para no hacer compras en Colombia.
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