Publicado el por en Deportes, Farándula.

Con alaridos durante el sueño que están causando serias perturbaciones en el sueño suyo y de sus compañeros, además de una tendencia «ya casi patológica» a involucrar el tema en todas sus conversaciones cotidianas en entrenamientos y concentraciones, el temor del defensa catalán Gerard Piqué por los arroyos de Barranquilla, ciudad natal de su esposa, la cantante pop Shakira, comienza a ser un rival de consideración en la ruta del equipo blaugrana hacia sus objetivos de esta temporada.

«Sabes cuál es la habitación de Gerard porque es en la que forran con vinilpel el colchón. No solo grita, sino que también… bueno…tú sabes», declaró un periodista muy cercano a la entraña del club.

«Es un momento difícil para Gerard y todos debemos rodearlo. Él tiene pendiente el viaje a esa ciudad a conocer a la familia de Shaki. Pero sucede que allá con cada aguacero las calles se convierten en peligrosos torrentes, asunto que es particularmente sensible para él, dado un trauma de infancia cuando una ola lo revolcó en una playa de Girona, obligándolo a ingerir vía paranasal más de tres litros de agua salada», explicó un integrante del plantel, cercano al defensa.

Distintas fuentes coinciden en que Piqué lleva varios años aplazando el compromiso debido a este temor y que la situación se torna cada vez más insoportable dada la presión de su pareja. «Sobre todo por esta época cercana a diciembre que es cuando empieza a preguntarle que si este año sí se atreve ‘a pedir unos diítas y pegarse la escapadita a killa’, en palabras de Shaki», explicó otro miembro del equipo que asegura que el tema es más profundo. Prueba de ello, la marimonda que habría dibujado Piqué -sin haber visto una en su vida- durante una reciente terapia sicológica grupal para derribar obstáculos mentales que impiden el triunfo, común en el plantel todos los meses de octubre desde que en 1994 la implementara Johan Cruyff.

«Mira: ya todos sabemos que entre septiembre y noviembre no puedes bajar el agua del sanitario si él está cerca porque ahí mismo se le activa lo de su miedo a los arroyos y queda afectado por varios días en los que deja de hablar, come poco, se baña largo y mira a la luna mientas come pan, mucho pan», añadió. «Su compañero de habitación en la concentración ya lo sabe, si el tema es del número 2, entonces solo hasta que Piqué ronque, antes no hay manera, puedes echar a perder toda la temporada».

«Todos íbamos a ir al matrimonio de Iniesta, pero cuando Gerard supo que era en Venecia se descompuso, su rostro palideció e inventó, porque por mi madre que estaba inventando, que ese fin de semana tenía reunión de reencuentro con su grupo scout. Nadie le creyó», complementa un miembro del cuerpo técnico.

 

 

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