Publicado el por en Cultura, Economía.

Un grupo de asesores para las industrias culturales y la economía naranja, designado por el presidente electo Iván Duque, exigió mediante un comunicado a los grupos de teatro, cineastas, teatreros, bailarines, músicos y artistas plásticos, la creación de un KPI. (Key Performance Indicator) para poder evaluar objetivamente la relevancia del arte en el país.

Un futuro asesor del viceministerio de cultura para el emprendimiento, que pidió no ser mencionado en tanto no se formalice su nombramiento, comentó al respecto:

“Es claro que el arte no da plata, basta ver las condiciones marginales en la que viven sus protagonistas. No entendemos pues, por qué hay tanta gente que todavía insiste en pintar, bailar, actuar fuera de RCN, escribir novelas que nadie lee o hacer películas que nadie ve. No obstante, como democráticos y de centro que somos, hemos decidido que, en lugar de prohibir esas manifestaciones asociadas con el consumo de sustancias ilícitas y el pelo largo, daremos la opción a los artistas de demostrarnos con un indicador serio, matemático y estandarizado, la relevancia del arte en una sociedad como la nuestra. Puntualmente, queremos una herramienta que mida el enriquecimiento cultural, el arraigo a las tradiciones lúdicas y la transformación de los imaginarios culturales que logran sus oficios arcaicos.

Por otro lado, Andrea Jobs-Rodriguez, asesora tecnológica, manifestó:

“Para nadie es un secreto que las industrias culturales y la tecnología serán un renglón gigante de la economía en el futuro, en contraste con la anticuada cultura tradicional, donde uno ve, por ejemplo, que los indígenas y lo negros no avanzan, ni progresan.”

Para presentar el indicador, los artistas tienen casi tres semanas, tiempo promedio exigido en la industria publicitaria para una el desarrollo de una campaña creativa.

“Si no lo hacen, preferimos destinar los recursos del Mincultura a la economía naranja y/o a combatir la inseguridad que causará tanto artista suelto. Nuestra austeridad nos impide tirar el dinero público a la basura o al camerino de un teatrero que a veces viene siendo lo mismo.” puntualizó el mentado asesor.

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