Publicado el por en Salud y bienestar, Tendencias.

Satisfacción que esconde un drama.

Un peculiar hallazgo fue revelado hoy por el grupo de investigación en sexualidad cotidiana de la Universidad de Cataluña. Tiene que ver con la relación que existe entre los decibeles de las motos y la capacidad de los varones que las poseen -a las motos- para demorar la eyaculación en el acto sexual.

«El estudio nace del agobio de uno de nuestros directores científicos que no entendía el porqué de la tendencia reciente de los hombres a comprar motocicletas ruidosas, las mismas que, por vivir en una céntrica vía de Barcelona, solían despertarlo durante la noche. Se puso como objetivo personal, pero también profesional hallar luces sobre las causas del fenómeno», explicó Jordi Salmuera, vocero del grupo de hombres de ciencia.

«Quisimos darle una resonancia internacional a la labor y por ello encontramos una universidad aliada en Bogotá, Colombia, donde se viene presentando el mismo auge, la idea era también tener no solo una perspectiva comparada sino unos resultados que nos permitieran probar y validar los nuestros y viceversa para así robustecer la tesis que íbamos a plantear».

Con lo anterior claro, durante cinco años analizaron tanto el nivel de ruido como el desempeño amatorio de una población de 500 dueños de motocicletas en ambos lugares gracias a un microchip estratégicamente instalado en la genitalia de los hombres objeto de estudio, quienes accedieron a participar a cambio de diez años de seguro y cinco de gasolina gratis en el caso de España y de un bolígrafo y una libreta gratis en el caso de Colombia.

«Podemos afirmar con certeza que es claro, contundente, el nexo entre mal desempeño sexual y cantidad de decíbeles que emite la motocicleta. Nuestros sicólogos creen que estos detonan la producción de endorfinas que quedan faltando -y el cerebro exigiendo- luego de un coito con final precoz. No es gratuito, repito, no es gratuito, que quienes se paran ansiosos, insatisfechos y angustiados del lecho, con mucha frecuencia salgan a la calle a acelerar sus motocicletas, buscando en dicha actividad todo aquello que entre sábanas les fue negado».

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