La tensión en Ucrania aumentó el pasado jueves cuando fuerzas rusas que ocupan la península de Crimea no permitieron la realización de un concierto por la paz organizado por el reconocido cantante colombiano Juanes.
El evento que se iba a desarrollar de manera pacífica en la localidad de Simferopol había alcanzado a convocar al menos a 15.000 personas que protestarían también contra una eventual intervención militar en la península.
Al mediodía, cuando la gente ya había ingresado a la plaza Dosvidanja (de la libertad) y el colombiano iba a entrar a la tarima, hombres vestidos de militar subieron al escenario a explicar que el concierto quedaba cancelado debido a que las letras facilistas y la música anodina de este artista eran un insulto para un país que parió a Tolstoi, Dostoievsky, Tchaikovsky, Rachmaninoff y Korsakov.
El Coronel Stanislav Nazsdorovia explica: «mire parce, la música de este joven puede estar muy bien allá en Marinilla, Sonsón e incluso Miami, pero en Rusia no podemos bajar el estandar en la interpretación. Sus intenciones pueden ser buenas, pero su música no está bien en Rusia, y como esta península ahora es rusa, no tenemos otra opción que cancelar este evento.»
Tras la cancelación del concierto, Juanes fue expulsado del país junto con una nota de protesta pegada con cosedora a su camiseta de cuello raído. La cancillería colombiana manifiesta no haber recibido notificación oficial, aunque AP ha conocido de fuentes del ministerio de defensa que tienen orden de mandarles al cantante Maluma la próxima vez que los migs rusos crucen espacio aéreo colombiano.
Con colaboración de Miroslav Ashichornya, enviado especial de AP en Kiev.
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