Muy mal ha caído en Colombia la decisión de la firma estadounidense Funko de lanzar una línea de sus populares muñecos Pop inspirada en los negociadores de paz de las Farc.
Aunque voceros de la misma han dicho que se trata de un homenaje a la anhelada firma de la paz tras cincuenta años de guerra en Colombia y que hace parte de su estrategia de salirse de la esfera de la farándula y el espectáculo para incursionar en la política, muchos colombianos han tomado la decisión como un irrespeto.
De hecho, ya circula una petición en la plataforma change.org para que la marca desista de continuar con la comercialización del Pop de alias «Iván Márquez», el primero en lanzarse, y desista de sacar al mercado los siguientes previstos: alias «Timochenko», alias «Pablo Catatumbo» y alias «Tanja».
La empresa se defiende citando estudios de mercadeo en Escandinavia donde los jóvenes progresistas y con compromiso social «simplemente enloquecen por estas figuras».
«Ay, yo sí prefiero ver a Márquez en la repisa del apartamento de una joven vegetariana de chapinero amante del tecno sinfónico experimental búlgaro, devota de su capul y estudiante de reproducción asistida de duendes que en el monte dando bala», declaró el exjefe negociador Humberto de la Calle.