Cada vez más son los futbolistas colombianos convertidos a la Fe cristiana, futbolistas que como James, Falcao y Daniel Torres, han encontrado en Cristo una forma de encarrilar sus vidas y mantenerse alejados de los excesos del licor, la droga y las mujeres, tan comunes en la generación dorada de los años 90.
A las celebraciones con camisetas de “Jesús es la Salvación”, dedicatorias de goles con mirada al cielo y declaraciones después de los partidos en las que “toda la gloria es para es Dios”, se suma una nueva práctica de estos atletas de Cristo: caminar descalzos por el campo de juego antes de un partido.
Pero las lamentables condiciones de nuestras canchas, hicieron durar de su fe al zaguero vallecaucano Darley Valencia, cuando descalzo, pisó la cancha del 12 de octubre en Tuluá.
Valencia comentó: “Estaba acordándome de ese bello pasaje del Deuteronomio que dice: Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro… cuando, sin guayos, pise la cancha del Cortuluá y vino esa sensación extraña al sentir piedras y arcilla reseca en vez de pasto. Recordé entonces Mateo y La Parábola del Sembrador que nos habla de la semilla que no cayó en buena tierra y no dio fruto. Y ahí fue cuando me clave una piedrita y me entró la dudadera: ¿Cómo es posible que el Todopoderoso permita que exista este peladero y las lesiones que trae? ¿Será acaso que no existe? ¿Dónde han parado mis diezmos?”
Ese día el equipo de Darley Valencia perdió, desde entonces el futbolista no se aparece por los entrenamientos de su equipo. Algunos amigos cuentan que lo han visto tomando cerveza por la mañana en una tiendita de su natal Candelaria, en el Valle del Cauca.