El instrumento surgido de los diálogos entre el Gobierno y las Farc para la construcción de una paz estable y duradera ahora sacude el mundo de la farándula.
Todo por cuenta de la decisión del compositor y cantante panameño Edgardo Franco, más conocido como «El General» de someterse a esta jurisdicción.
Este oficial de la sabrosura, como pide que se le llame, asegura tener pendiente varias demandas de organizaciones defensoras de la moral y las buenas costumbres por, presuntamente, «haber sembrado la semilla del reguetón y la bachata en el país». También es acusado «de concierto para perrear».
Aunque siempre se ha declarado inocente, el General ha visto una oportunidad de saldar sus cuentas con la justicia. Asegura que es apto para ser procesado por los jueces de paz no solo por su condición de general sino porque sus temas motivaron a decenas de vecinos de hogares donde se desarrollaban fiestas ruidosas a alzarse en armas y amenazar con ‘dar plomo si no le bajaban a la música’.
A cambio de los eventuales beneficios que reciba, el General ha ofrecido una buena dosis de verdad. Asegura estar dispuesto a revelar, sobre todo, cuántas libras de cadera son cadera.
