Publicado el por en Bogotá, Miscelánea.

busetaintEl insólito caso ocurrió en la localidad de Suba, al occidente de la capital, y probaría una popular teoría que hasta hace poco era considerada por muchos un simple mito urbano.

José del Carmen Malagón, albañil de profesión, habría adquirido hemorroides en una concurrida buseta que hacía la ruta Villa Cindy-Germania en horas pico de la mañana del pasado 27 de abril.

Según relatan testigos, Malagón habría estado esperando pacientemente a que un hombre de unos 40 años, que hacía rato daba señales ambiguas de tener que bajarse, se levantara de la silla. No obstante, en el momento en que finalmente el pasajero se dignó a pararse, una mujer, que aseguró haberse subido antes que él y se negaba a seguir de pie, hizo finta de querer ganarle el puesto. Malagón, en un acto que algunos no han dudado en calificar de temerario, se apresuró a acomodarse en el lugar recién desocupado por el otro usuario, cuyo calor corporal se conservaba intacto en el aterciopelado forro rojo de la silla del automotor.

El hombre se arrepintió al instante de no haber tenido la precaución de primero acuclillarse con la espalda recostada, apalancándose con las manos sobre el espaldar del puesto de adelante para evitar el contacto directo de sus posaderas con la silla por al menos algunos segundos antes de sentarse del todo, como era su costumbre. Horas después habrían aparecido los primeros síntomas, ante los cuales el afectado decidió acudir a un centro de urgencias hospitalarias.

En este momento la víctima permanece bajo observación de expertos médicos de la Fundación Santa Fe, quienes estudian el incidente y descartan una posible pandemia. “En este momento nada nos lleva a pensar que el hecho pueda repetirse”, aseguraron luego de que se confirmaran varios casos de usuarios tomando el bus portando un pañal como medida de prevención.

La comunidad del barrio La Gaitana ha expresado solidaridad a su vecino y amigo. “Le pudo pasar a cualquiera”, aseguró José, quien conoce a Malagón desde los 5 años y está organizando una campaña para generar conciencia sobre la problemática. “Si el precio de salvar vidas es montar en bus con pañal, lo haremos”.

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